El uso de la cavitación para generar mezclas de cemento de alta dispersión y estabilidad añadidos al hormigón nos permite incrementar la resistencia de éste entre un 15 y un 30%.
El enriquecimiento en aditivos del hormigón se realiza para dotarlo de unas características mecánicas adecuadas para las distintas aplicaciones constructivas: edificios, sostenimientos de galerías, construcciones submarinas, etc.
Las pastas coloidales de parafina se emplean como aditivo para dotar al hormigón de unas características hidrófobas. Se trata de un producto complejo compuesto principalmente por dos sustancias químicas agua (disolvente polar) y parafina (sustancia hidrófoba no polar). Para crear un compuesto de agua y parafina se requiere un tratamiento intensivo que se puede lograr de forma óptima con el dispositivo de cavitación. Después del tratamiento la pasta de parafina se mezcla con los demás componentes del hormigón. A unos 60ºC las parafinas se transforman en líquidos viscosos que rellenan los poros y capilares del hormigón. Una vez enfriada la parafina vuelve a su estado original, haciendo impermeable al hormigón.
En la construcción de carreteras, la preparación de emulsiones de alta estabilidad coloidal de polímero-asfalto y en menor medida las de agua-asfalto, resultan imprescindibles.